Ante el pensamiento tradicional dual, educar desde un término medio en búsqueda del desarrollo de la persona
Resumen
la cultura occidental está llena de dualidades: las personas poseen cuerpo y alma, se conoce mediante la experiencia o con la razón, entre otras. Desde el pensamiento clásico griego hasta hace unas décadas, dividir, oponer y clasificar han formado parte de los hábitos intelectuales, por lo tanto han estado presentes en la educación. En este ámbito las antinomias principales han sido: información o formación, autoeducación o heteroeducación, educación individual o social. Entre las múltiples dualidades educativas del debate actual se han elegido dos para ser analizadas: primero, educar para aumentar el desarrollo o defender una vida austera con decrecimiento y, en segundo término, fortalecer las tradiciones ancestrales o ayudar a crear ciudadanos cosmopolitas. En este artículo se parte de esa realidad, se la describe indicando los autores de las que procede y se asume una postura intermedia, integradora, sin las oposiciones clásicas, con el objetivo de ayudar a un desarrollo completo de la persona.