De la primavera árabe a la primavera mexicana. Lo público, lo privado y lo virtual en la reconfiguración de lo político
Resumen
Después de 1989 se creó una especie de vacío en la articulación de un discurso crítico y movimientos de resistencia frente al proyecto neoliberal que se presentaba como la única alternativa. Sin embargo, a finales de 2010 en Túnez, un hecho aparentemente fortuito desencadenó una respuesta crítica y movilizaciones democratizadoras que comenzarían a extenderse por todo el mundo. Estos movimientos surgieron con programas y reivindicaciones muy puntuales que, pese a tener las diferencias específicas de cada país y cada momento, comparten un núcelo ético: la redignificación que hay detrás de la “indignación” ante un proyecto político-económico que ha desmantelado sistemáticamente las condiciones de dignidad y de libertad mínimas que requiere la condición de ciudadanía. El viernes 11 de mayo significó el arribo de “la primavera” a México, ante otro hecho aparentemente circunstancial que desencadenó la indignación de los jóvenes mexicanos que se afirmaron a sí mismos como #YoSoy132. En este contexto, me propongo exponer algunos aspectos de las convergencias y divergencias fundamentales entre los diversos movimientos de “indignados”, señalar la especificidad con que esta respuesta se concretó en el caso mexicano y, finalmente, hacer una valoración de los cambios en la politicidad y socialidad contemporáneas que se reflejan y se vislumbran a partir de estos movimientos.